Tatuajes de gorriones (para MUJERES): El calor de una madre

Hay animales que están muy presentes en nuestra vida cotidiana, la mayoría de ellos medianos o pequeños. Conviven con nosotros y nuestras costumbres y no reparamos en ellos, simplemente sabemos que están ahí. No hablamos solo de mascotas, sino de otros ejemplares de la fauna con la que también nos topamos. Piensen, por ejemplo, en la cantidad de palomas con las que pueden cruzarse en una plaza, aves que ensucian edificios y monumentos, creando más molestias que otra cosa, y que hace que por muchos sean denominadas como "las ratas del aire", si bien es cierto que la paloma tiene un significado mucho más hermoso como símbolo de la paz.

Aunque haya aves "urbanas" o que estamos muy acostumbradas a ver y que nos resultan un incordio, hay otras tantas que pasan desapercibidas por unos u otros motivos. Es el caso del gorrión, un tipo de ave inteligente, cuyo canturreo nos despierta por las mañanas, cuya silueta sobrevuela el parabrisas de nuestros vehículos cuando acudimos a trabajar.  De la familia de los paseriformes, como hemos dicho, apenas reparamos en ellos en nuestro trajín diario hasta que, de un modo u otro, se topan con nosotros.

Recuerdo en una ocasión, al salir del colegio, que vi en el suelo una pequeña cría de gorrión que se había caído de su nido. Pese a la insistencia de uno de los profesores, que pretendía lanzarlo de nuevo al tejado del que supuestamente había caído con Dios sabe qué suerte, me lo llevé a casa para cuidarlo, donde incluso lo alimenté con la técnica boca-pico siguiendo la indicación de una de mis vecinas. El animalillo no duró mucho con mi consecuente llanto y funeral de despedida, un episodio que pudo marcarme tanto como para habérmelo tatuado. ¿Quién sabe? Quizás simbolizando la importancia del calor de una madre que sí hubiera sabido criar y proteger a sus hijos. En fin...

Escenas infantiles aparte, lo cierto es que además de este tipo de gorrión común existen otras tantas especies no tan visibles a nuestros ojos. Independientemente de que la naturaleza les haya obsequiado con más o menos color, nosotros, como es habitual, te invitamos a que no te quedes solo con lo "real", sino que juegues con el color o con lo icónico para dar al tatuaje un aspecto de fantasía. Lo mismo se puede representar en pleno vuelo o calmado con ojos traviesos, como en los dibujos animados. Lo mismo se puede acompañar con el nombre de tu hijo, tu pequeño gorrión.

Lo importante, como siempre, es que esté hecho con amor.